
viernes, enero 19, 2007
Hijo de su Changa Madre

¡Videohome escapa de milagro!
Sí, porque apenas uno puede creer que el Pelvis, viendo cómo son los Alaskeños, haya intentado engañar a la audiencia haciendo playback descaradamente. Al inicio de Rest in me, Patricia, al Pelvis simplemente le dio flojera hacer el lipsync correctamente, así que toda la población del mundo -el show estaba siendo televisado a través de HBO a todo el globo- se dió cuenta de las miserias de éste pelafustán ambulante, y de su falta de talento.
Padilla, al ver esto, intentó huir también, pero al ver que toda la gente se transformaba en lobo (dice la leyenda alaskeña que cuando las personas escuchan música horrorosa se convierten en lobo) decidió aprovechar su propia apariencia y perderse entre la enardecida manada de animales asesinos.
Al llegar a la casa abandonada tenebrosa y escalofriante donde Pelvis encontró confort y seguridad, los lobos husmearon por todos los rincones. Padilla por fin lo encontró, y para salvarlo, fingió que se lo devoraba -con la mirada- y después hizo como que se lo comía, y huyó con Pelvis entre sus fauces, salvándose así los dos de una muerte segura.
Al llegar a México los Videohome aumentaron su popularidad, al ser los primeros showmen en escapar vivos de un concierto en Alaska.
jueves, enero 18, 2007
Quisieron hacerle ver gansitos
¡Y que a Padilla La Pesadilla nos le adelantan su regalo de 14 de febrero!. Apenas vivió para contarlo con semejante "tartamuda" que le sacaron.
El susodicho se encontraba con su guitarra componiendo nuevos temas para Videohome en pleno parque Morelos, cuando un tipo con pinta de chalán de notaría pública, se le acercó de trompa muy parada, a obsequiarle un pequeño presente en agradecimiento por hacerle la vida más amena con su música electro-barroca.
La Pesadilla de plano se sintió halagado y como gesto de sencillez se despojó de su camisa bordada por las mujeres revolucionarias del EZLN, para así otorgarle al morenazo amigo, su primer souvenir de la banda.
Sin embargo, el tontín de Padilla ya se había encuerado sin antes haber visto los regalos. Fue entonces, cuando era demasiado tarde... ¡semejante pitonón de plástico salió de la caja!.
Insaciable, el marrano clon de Don Galleto quería restregarle el chuchuluco en la peluda cara a Padilla, quien muy negado, acudió a las autoridades correspondientes para denunciar tal atropello, pero éstas, en la pose más impune lo arrestaron a él por andar de encueratriz poderoso.
Así, Héctor terminó de componer sus canciones, pero detrás de las rejas hasta que llegó el Pelvis, pero esposado de las manoplas por andarse robando los ceniceros de una fiesta de 15 Años, donde participó de chambelán.
Una triste histora más para el dueto más escandoloso de la ciudad después de Lalo y Lagrimita.